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Antes de abordar el tema de las inversiones alternativas, veamos qué se entiende por “alternativo” en nuestra sociedad.
En cualquier disciplina o temática nos vamos a encontrar con actividades consideradas alternativas frente a las más habituales o tradicionales. Su carácter alternativo viene dado por la búsqueda de una manera diferente de hacer las cosas y en algunas ocasiones lo que en un determinado momento es “diferente” puede convertirse en habitual con el paso del tiempo.
Tenemos claros ejemplos en campos como en la arquitectura, artes plásticas, artes escénicas… Incluso en psicología y economía.
En el mundo de la inversiones financieras, la consideración de alternativas viene dada por una característica común en este tipo de inversiones y consiste en la búsqueda de resultados diferentes a los de los mercados financieros.
Esto se consigue aplicando estrategias diferentes a las tradicionales o invirtiendo en activos o productos diferentes a los más comunes en los mercados financieros.
Definir una inversión alternativa no es simple, ya que existe una amplia variedad de productos dentro de esta clasificación. Podríamos decir que una inversión alternativa busca oportunidades fuera de lo habitual en el mercado.
En este sentido, y en términos generales, una de las características que mejor define a una inversión alternativa es la búsqueda de una baja correlación con el comportamiento de los mercados financieros. Independientemente de que una inversión alternativa pueda ser otra fuente de rentabilidad, la baja correlación con el mercado, es la característica que aporta más valor, ya que al incorporar un activo con estas características a una cartera de inversiones permite reducir el riesgo global de la cartera, mejorando de esta forma su ratio rentabilidad/riesgo.
Los productos de inversión alternativa, con el paso de los años, han ganado relevancia:
A nivel institucional, las inversiones alternativas siempre han estado en el radar a la hora de construir carteras. Sin embargo, ha sido más recientemente cuando ha vuelto a crecer el interés por este tipo de inversiones. Principalmente, este incremento ha sido consecuencia del largo periodo de bajos tipos de interés que siguió a la crisis financiera de 2008 y la búsqueda de otras fuentes de rentabilidad.
Buscar activos que permitieran diversificar las carteras como alternativa a la baja rentabilidad de los activos de renta fija, ha sido una de las principales motivaciones para incorporar cada vez más las inversiones alternativas en las estrategias de inversión.
Debido a la heterogeneidad de las inversiones alternativas, podemos encontrar diferentes tipologías o clasificaciones. Existen diferentes tipos, en función de cuál es la característica que les permite ser considerados como alternativas respecto a los activos o estrategias de inversión más tradicionales:
En el caso de inversiones directas en empresas en fases más iniciales de desarrollo (Capital Riesgo), encontramos los Business Angels que invierten en las fases muy incipientes o los Venture Capital para las fases más desarrolladas.
Fuente: BlackRock
Existe una amplia variedad de inversiones alternativas. Su interés e idoneidad dependerá de las características individuales y de los riesgos asociados de cada tipo de inversión.
Sin embargo podemos resumir algunas características comunes entre ellos que los diferencia de las inversiones tradicionales:
En general, cuando los inversores incorporan inversiones alternativas en sus carteras lo hacen por algunas de las siguientes características:
Toda rentabilidad tiene un riesgo y todo servicio tiene un coste, y en este sentido las inversiones alternativas no son ajenas a estos principios:
El grado de liquidez varía entre los diferentes tipos de inversiones alternativas pero en términos generales este tipo de activos son menos líquidos que las inversiones tradicionales, en especial cuando se trata de instrumentos no cotizados en los mercados financieros.
Si bien uno de los objetivos de algunos tipos de inversiones alternativas es la baja correlación con el mercado, no quiere decir que no tengan este tipo de riesgo. Las inversiones alternativas tienen riesgo de mercado y en algunos casos pueden tener riesgo de mercado pero con un comportamiento diferente al del mercado. Al igual que cualquier activo financiero, a mayor rentabilidad esperada, mayor riesgo debemos estar dispuestos a asumir.
También, en el caso de estrategias de baja volatilidad o activos con menor riesgo de mercado, el riesgo de mercado será menor (pero continuará existiendo).
En vehículos de inversión que utilizan derivados financieros OTC (Over the Counter: contratos a medida entre dos partes fuera de los mercados regulados) en su estrategia, existen otros riesgos que son inherentes a este tipo de instrumentos financieros. Estos riesgos son por ejemplo el riesgo de contraparte o liquidez.
Otro tipo de riesgo al utilizar derivados financieros es la posible dificultad de encontrar un encaje perfecto para poder implementar una determinada estrategia cuando se utilizan derivados negociados en los mercados regulados.
También existen riesgos operacionales debido a la implementación de estrategias más sofisticadas que las tradicionales. Además, aumenta su impacto si se utilizan instrumentos financieros con apalancamiento. El apalancamiento propio de algunos derivados financieros, aunque no es un riesgo en sí, amplía los riesgos.
La valoración de una inversión alternativa al inicio o en un momento determinado durante el periodo de inversión puede resultar compleja. Esto es así:
También puede existir dificultad de valoración cuando se utilizan derivados OTC, o en estructuras de inversión complejas.
En general, son más elevadas que en las inversiones tradicionales, porque la implementación de las diferentes estrategias son más costosas.
En algunas inversiones alternativas se requiere una inversión mínima más elevada que en las inversiones tradicionales. Esto es así en casos como en Private Equity / Debt y en algunos Hedge Funds o coleccionables.
También es verdad que cada vez existen más vehículos como por ejemplo fondos de inversión que reducen sustancialmente las inversiones mínimas para poder invertir.
El objetivo es buscar empresas con proyección, ya sean startup o compañías más consolidadas para realizar una inversión en ellas.
En el caso del Private Equity, las empresas acuden a inversores privados:
En el caso de los Business Angels o Venture Capital, el foco está en la financiación de empresas en sus etapas más iniciales.
Después de una inversión inicial, a medida que aumentan las necesidades de financiación de una empresa, podemos encontrar diferentes tipos de entidades especializadas para cada una de las fases de su desarrollo. Ocurre así incluso dentro de las propias entidades de Capital Riesgo. Estas últimas, y progresivamente, van adquiriendo más participaciones en el capital de la empresa hasta pasar a ser accionistas con participaciones significativas o incluso los principales accionistas.
Existen vehículos de inversión como fondos de inversión que invierten en este tipo de empresas. Podemos encontrar vehículos que construyen portafolios con empresas de una temática parecida y también con portafolios más diversificados.
En este tipo de inversiones es necesario diversificar y realizar una gestión dinámica del portafolio y activa en cada una de las inversiones.
Para un inversor particular, adicionalmente a un fondo especializado en este tipo de inversiones, existen otras fórmulas para invertir en este tipo de empresas, como es el caso del Crowdfunding.
El crowdfunding consiste en captar capital para un proyecto empresarial, con pequeños importes provenientes del ecosistema más cercano a una empresa. Las inversiones provienen, por ejemplo, de los propios clientes, la comunidad de usuarios o de seguidores. Podemos encontrar dos fórmulas: el Crowdequity con la inversión en capital o el Crowdlending con la financiación a través de deuda.
Una materia prima o commodity en inglés, es un producto básico tangible y homogéneo entre las empresas que lo producen. Ejemplos de productos básicos son: el oro, petróleo, aluminio, trigo. Estos productos básicos se consideran como un producto esencial y uniforme y son comercializados en todo el mundo.
Estos productos son negociados en los mercados financieros como cualquier otro activo financiero y al igual que estos últimos están sujetos a variaciones en su precio por la interacción de los inversores en este tipo de activos y en última instancia por la oferta y demanda de las empresas que los ofrecen y de las que los demandan.
Existen vehículos de inversión como los ETFs que también invierten en materias primas.
Podemos distinguir entre:
El oro es una de las materias primas de inversión más conocidas. Aunque su uso industrial como materia prima es inferior a otros metales preciosos, su valor reside en que es considerado como valor refugio. Por esta razón en épocas de alta incertidumbre es altamente valorado y como consecuencia, en esas circunstancias, tiene un comportamiento menos correlacionado con el mercado que otros activos tradicionales.
Posiblemente la inversión alternativa más popular.
Existen mucho tipos inversiones en bienes raíces en función de su naturaleza y objetivos:
Al igual que en otros tipos de activos existen vehículos de versión como las SOCIMI (REIT en Inglés) que permiten participar de un portfolio de este tipos de activos financieros.
En esta categoría se incluyen aquellos bienes que son escasos y limitados en su producción.
Algunos ejemplos de este tipo de inversión alternativa son:
Para este tipo de inversiones se requiere un conocimiento experto, donde el valor y la liquidez está condicionada a nichos muy especializados de mercado.
En esta categoría de activos hay una amplia variedad de vehículos de inversión con múltiples estrategias y objetivos. Tienen en común la implementación de estrategias de inversión diferenciales a lo que se puede considerar estrategias de inversión tradicionales.